¿Por qué me vibra el volante? Las siete principales razones
Si empiezas a notar que te vibra el volante, ten en cuenta que no solo se trata de algo incómodo o irritante.
Puede incluso llegar a suponer un problema grave para la seguridad y la longevidad del vehículo.
Lo primero que hay que distinguir es si el volante vibra con el auto en movimiento o también lo hace cuando está parado con el motor al ralentí.
7 razones de la vibración en el volante con el auto en movimiento
Son las más habituales y tienen orígenes más diversos y complicados
1- Estado de los neumáticos y su equilibrado
Cuando nos vibra el volante en marcha, el origen de esas molestas vibraciones suele estar, en la mayoría de ocasiones, relacionado con los propios neumáticos.
Cabe destacar que los neumáticos son otro de los puntos claves del auto porque son nuestro único punto de contacto con el suelo.
- Vibraciones por neumáticos desiguales o defectuosos
- Si nuestro auto equipa neumáticos con desgastes desiguales en el eje delantero o estos tienen algún defecto derivado del paso del tiempo, mal almacenaje o defectos de fabricación (relativamente frecuente en neumáticos de bajo coste) notaremos desagradables movimientos parásitos en nuestro volante.
- Auto sin mover mucho tiempo
- Uno de los problemas que suelen surgir cuando no se usa el auto durante un largo periodo es que los neumáticos se deformen en su banda de rodadura.
- Este defecto se suele manifestar en vibraciones o movimientos en la dirección a velocidades de entre 5 y 40 km/h.
- Para evitar esto, cuando dejes el auto sin mover mucho tiempo, debes subir la presión de los neumáticos.
- Así eliminarás la deformación de estos contra el suelo y no se deformarán de forma permanente.
- Normalmente es suficiente con 3,2 bares, pero puede variar en cada auto. Para hacerlo bien debes fijarte en dos factores:
- Que desaparezca la deformación de la rueda
- Que no superes la presión máxima que viene indicada en el flanco del neumático
- Hay más circunstancias en las que conviene variar la presión del neumático para evitar daños y tener la máxima seguridad.
- De cualquier forma, si al revisar el estado del neumático ves deformación u otros daños es mejor que los sustituyas lo antes posible.
- La deformación, por no haber subido la presión de un auto sin usar mucho tiempo, se suele notar como una vibración rítmica, que aumentará poco a poco con la velocidad del auto.
- Este rítmico “bamboleo” también se produce por una llanta abollada o alabeada.
- Vibraciones por neumáticos desequilibrados
- El desequilibrado de los neumáticos es otro de los factores frecuentes por los que nos puede vibrar el volante del auto.
- Si el volante vibra sólo a una velocidad determinada (por ejemplo a 100, 120 ó 140 km/h) o en un determinado rango de velocidades, posiblemente el origen del problema sean unos neumáticos desequilibrados.
Muchas veces notaremos estas vibraciones después de cambiar las ruedas o incluso al estrenar auto nuevo.
La solución es sencilla y económica:
- Equilibrar nuevamente los neumáticos
- Tampoco sería la primera vez que el único motivo de las vibraciones son unos tornillos de llanta mal apretados, cuyo par de apriete debería estar entre 100 y 140 Nm aproximadamente.
2- Dirección desalineada y geometría de la suspensión
Otro de los motivos frecuentes por los que pueden aparecer vibraciones en el volante mientras circulamos es el de circular con la dirección desalineada o con una geometría de la suspensión inadecuada.
Si nuestra dirección está desalineada o los elementos de suspensión no están perfectamente ajustados puede darse un desgaste prematuro de los neumáticos, un aumento del consumo, un peor comportamiento dinámico del vehículo y las dichosas vibraciones en el volante.
La solución para este problema pasa por una visita al taller, sí o sí.
Son necesarios elementos de precisión e información técnica para poder ajustar convenientemente las cotas de la suspensión y de la dirección.
3- Discos de freno en mal estado
Si el volante vibra cuando frenas, el origen casi siempre está en los frenos.
En tal caso, lo más probable es que los discos de freno delanteros estén alabeados o deformados.
Al no estar completamente planos transmiten molestas vibraciones al volante y a los pedales y disminuyen enormemente la eficacia de la frenada.
El alabeo de los frenos puede producirse por:
- Un uso muy exigente de los mismos,
- Cambios bruscos de temperatura
- Por ejemplo pasar un gran charco tras una frenada intensa
- Por el propio desgaste de discos y pastillas.
- En este caso, la solución pasa por rectificar los discos de freno o sustituirlos por unos nuevos. Normalmente lo segundo es lo más adecuado por coste y garantías.
Siempre que se ponen discos de freno nuevo se deberían cambiar al mismo tiempo las pastillas de freno ya que las viejas pastillas están “viciadas” con el desgaste del anterior disco.
Discos de freno de un camión de competición rajados
4- Vibraciones por los silentblocks
Los silentblocks son tacos de goma que unen distintas piezas metálicas y cuya función es:
- Evitar ruidos,
- Evitar desgastes y
- Amortiguar vibraciones.
Si estas holguras tienen lugar en los brazos de la suspensión o de la dirección, es probable que el vehículo también pierda la geometría óptima de la suspensión, lo que nuevamente se puede traducir en más vibraciones.
Los problemas de silentblocks van siempre a más y conviene sustituirlos por confort y seguridad.
El precio de estas reparaciones es muy variable.
Hay que tener en cuenta que unos silentblocks en mal estado acortarán considerablemente la vida de los neumáticos, por lo que a la larga, cuanto antes abordemos la reparación más ahorraremos.
5- Juntas homocinéticas
Las juntas homocinéticas de nuestros autos unen los palieres con sus extremos.
Su función es transmitir el giro del motor a las ruedas permitiendo que la suspensión y la dirección trabajen adecuadamente.
Si nuestro vehículo acumula muchos kilómetros es posible que las homocinéticas acumulen cierto desgaste.
Es frecuente que los fuelles o guardapolvos de éstas, al ser de goma, con el tiempo se deterioren y se rajen, dando lugar a las pérdidas de grasa que lubrican las homocinéticas.
Al perder la grasa, el mayor rozamiento hará que las temperaturas aumenten y los desgastes se incrementen, dando lugar a ruidos y vibraciones, además de roturas de la junta homocinética que ponen en riesgo nuestra seguridad si se dan mientras circulamos.
Un síntoma claro de desgaste son ruidos metálicos, sobre todo a baja velocidad, saliendo desde parado y en giros cerrados.
El precio de una junta homocinética varía muchísimo de un auto a otro ya que algunas se pueden reconstruir y otras se venden como un conjunto completo con el palier.
También se puede dar el caso de que uno de los palieres se haya doblado o dañado.
Lo que también implica vibraciones cuando se circula con el auto.
Como podrás deducir, se tratará de una vibración que aumentará de frecuencia junto con la velocidad.
6- Rodamientos y cubos de rueda
Un rodamiento o un conjunto de cubo-rodamiento en mal estado puede ser origen de molestas vibraciones en el volante.
Son más difíciles de detectar porque pueden aparecer y desaparecer a lo largo de un recorrido de prueba.
Por ejemplo, a veces aparecen al frenar y nos pueden hacer creer que el origen son los discos o pastillas de freno.
En ocasiones vienen acompañadas de un zumbido que aparece y desaparece según las condiciones de la marcha (curvas, frenado, etcétera).
La solución es cambiar el rodamiento o el cubo, prestando atención si durante el montaje-desmontaje se ha dañado también el montante o eje.
De hecho, estas vibraciones aparecen en ocasiones tras una reparación, debido a un mal montaje de los rodamientos o cubos.
7- Amortiguadores
Los amortiguadores en mal estado afectan en gran medida a la conducción y a la duración de otros elementos del auot, principalmente al desgaste de los neumáticos y en menor medida al de silentblocks.
Cuando te vibre el volante y se determine que la causa son los neumáticos o silentblocks, conviene comprobar si los amortiguadores, copelas y demás sujeciones están en buen estado ya que podríamos enmascarar el verdadero origen del problema.
Los amortiguadores deben cambiarse obligatoriamente a la vez en el mismo eje, siendo recomendable sustituir los cuatro a la vez para un mejor equilibrio del auto.
En un auto hay cientos de piezas y mecanismos, por ese motivo, puede haber más razones por las que tu auto acuse vibraciones en el volante, como por ejemplo una caja de dirección con holguras y un sinfín de piezas y tornillos mal apretados o deteriorados.
Mantener la dirección (y suspensión) de nuestro auto en buen estado es importantísimo.
De esta forma conservaremos el confort de marcha original del auto, su comportamiento dinámico y sobre todo, la seguridad.
4 Razones de la vibración en el volante con el auto en parado (ralentí)
1. Bujías o bobinas en mal estado
Lo primero que hay que distinguir es si el volante vibra con el auto en movimiento o también lo hace cuando está parado (pero con el motor en marcha).
Si tu caso es el segundo, las mayores sospechosas son las bujías.
Si alguna no hace su trabajo o lo hace de forma incorrecta, las combustiones de ese cilindro no tendrán lugar.
Como el motor está equilibrado para funcionar con un número de cilindros concreto, al no funcionar uno o hacerlo de forma ineficaz, se producen unas molestas vibraciones.
Una bobina de encendido en mal estado puede causar el mismo problema, al igual que los cables de las bujías, ya que ambos son los que dan corriente a las bujías.
Si tu volante bimasa deja de hacer su función, notarás vibraciones y un ruido de traqueteo excesivo con el auto parado.
Para determinar si es esto hay dos síntomas:
- Ruido tipo matraca al pisar el embrague con el motor encendido y sin ninguna marcha metida
- Ruido tipo clack clack clack al parar el motor
3. Problema en los inyectores
Los inyectores puedes causar un problema similar al de las bujías.
Es decir, ese desequilibro al no generarse combustiones en uno o más cilindros.
Una máquina de diagnóstico te puede aclarar este problema.
4. Silentblocks del motor
El motor se asienta sobre los silentblock, para evitar que las vibraciones se traspasen al resto de la carrocería y por lo tanto el volante e incluso el habitáculo.
Si están ya en mal estado o rajados las vibraciones se dejarán notar mucho.
Éste también es un problema más común de motores diésel con cierta antigüedad y las vibraciones son en parado y en movimiento.
Problemas derivados de una vibración del volante excesiva
Si no se arregla la avería por la que te vibra el volante, pueden acabar apareciendo otros problemas derivados.
Someter el vehículo a estas vibraciones durante un tiempo prolongado causará el desgaste o desajuste de otras piezas importantes.
Por ejemplo, unos neumáticos desequilibrados podrían causar el deterioro prematuro de los silentblocks.
El sistema de la dirección es uno de los que más puede llegar a sufrir.
Las vibraciones se transmiten hasta el volante siguiendo el camino de los terminales, la caja y la barra de la dirección.
Así que lo que se nota en el volante lo están recibiendo también todos estos elementos.
Otros elementos que también sufren si te vibra el volante son precisamente los mismos que pueden causarlas y que hemos ido mencionando a lo largo del artículo.
Un desajuste en cualquiera de las partes del tren de rodaje afectará con sus vibraciones a todos los elementos por los que se pueda propagar dicha vibración.
Como ejemplo, podemos poner de nuevo los neumáticos desequilibrados.
Esto afectará a los silentblocks, pero también puede llegar a crear problemas en los rodamientos o en las juntas homocinéticas que también pueden recibir parte de las vibraciones.
Además, el problema si vibra el volante no es la mera incomodidad.
Pueden ser el síntoma de problemas que afectan a la capacidad dinámica del auto. Especialmente cuando son producidas por el desalineamiento de la dirección o la geometría de la suspensión.
Si estos valores se salen de los marcados por el fabricante nuestro auto se comportará peor en maniobras de esquiva u otros movimientos importantes para la seguridad.
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