Trucos para ahorrar al poner el aire acondicionado del auto
En verano, por la refrigeración, el vehículo quema hasta un 30% más de combustible.
Medidas simples reducen el gasto sin resignar confort.
Cuando llega el verano, con sus jornadas agobiantes y sus olas de calor, la gente suele enfocar casi toda su atención en cómo refrescar el hogar sin gastar una fortuna. Y descuida lo costoso que puede resultar usar el aire acondicionado del auto, un terreno en el que la ignorancia y la falta de cuidados se pagan con litros de nafta.
"El sistema de aire acondicionado aumenta el consumo de combustible de un vehículo más que cualquier otra función auxiliar"
"En un vehículo convencional, con motor de combustión interna, el incremento del consumo de combustible debido al aire acondicionado puede ser de hasta del 30% en zonas urbanas"
Aunque esto depende en gran medida de cómo se utilicen el auto y el acondicionador.
Para enfriar y deshumidificar, las principales funciones del aire, el compresor consume potencia del motor, lo que lleva a quemar más combustible.
Por lo cual, para ahorrar, el objetivo debería ser tener a este elemento trabajando el menor tiempo posible.
Sin las precauciones adecuadas, usar el aire acondicionado puede resultar muy costoso.
¿Se puede lograr eso sin resignar confort?
Sí: con sólo poner en práctica medidas muy sencillas de eficiencia, el ahorro es relevante e inmediato.
A continuación, todo lo que se puede hacer para usar mejor el aire acondicionado de los vehículos.
1. Al estacionar, evitar el "efecto horno"
Cuando un auto queda al sol con todas sus puertas y ventanillas cerradas, se produce una especie de "efecto horno" por el cual la temperatura interior puede trepar incluso hasta los 70°.
Por eso, si fuera imposible dejar el coche a la sombra, tener a bordo elementos como parasoles, cortinas y persianas será un modo efectivo -además de económico- de lograr que el habitáculo se mantenga más fresco.
Y añade que colocar una película ligeramente polarizada en las ventanas también ayuda a minimizar la transmisión de calor al interior.
Si el vehículo, parado al sol, estuviera muy caliente, se recomienda abrir las puertas y las ventanillas por unos instantes para que el aire caliente pueda salir.
Por eso, si fuera imposible dejar el coche a la sombra, tener a bordo elementos como parasoles, cortinas y persianas será un modo efectivo -además de económico- de lograr que el habitáculo se mantenga más fresco.
Y añade que colocar una película ligeramente polarizada en las ventanas también ayuda a minimizar la transmisión de calor al interior.
Si el vehículo, parado al sol, estuviera muy caliente, se recomienda abrir las puertas y las ventanillas por unos instantes para que el aire caliente pueda salir.
2. Al arrancar, ventanillas bajas
Si el auto estuvo estacionado al sol, el habitáculo se encontrará a una elevada temperatura y el aire acondicionado tendrá que hacer un gran esfuerzo para reducirla.Por eso lo ideal es que ese primer enfriamiento no lo haga el acondicionador (gastando nafta), sino que se produzca naturalmente (gratis) con el ingreso de aire exterior al comenzar a andar.
Hay que ventilar el habitáculo circulando con las ventanillas abiertas unos minutos y con la climatización encendida, pero a baja potencia.
Una vez que el sistema empiece a arrojar aire frío, se deben cerrar las ventanas y aumentar la velocidad del ventilador.
3. Hacerse amigo del recirculador
Los sistemas de refrigeración de los vehículos tienen un botón con una flechita doblada, cuyo uso es crucial en verano.Al activar la función de 'recirculación' se usa menos energía porque el equipo está enfriando sólo el aire que ya está dentro del vehículo, y no trayendo aire exterior más cálido para enfriar.
Tener el recirculador encendido permite, además de ahorrar nafta, que el habitáculo se enfríe más rápido.
Tener el recirculador encendido permite, además de ahorrar nafta, que el habitáculo se enfríe más rápido.
Por eso, si hace mucho calor, con este modo se llega en menos tiempo a la temperatura de confort.
Ahora bien, según advierten, cada tanto debería permitirse el ingreso de aire del exterior (apagando el recirculador).
Ahora bien, según advierten, cada tanto debería permitirse el ingreso de aire del exterior (apagando el recirculador).
De lo contrario, los vidrios podrían empañarse y el conductor, al respirar aire viciado, podría comenzar a sentirse cansado y con falta de concentración.
4. Los flujos de aire frío, siempre hacia arriba
El conductor puede elegir a qué rejillas dirigir el aire. Para aprovechar al máximo el frío generado por el equipo, lo ideal es configurarlo para "sople" sólo por las ventilaciones superiores: las del cuadro de instrumentos.
Lo que habría que evitar es que parte del flujo refrigerado vaya hacia el piso o hacia el parabrisas.
Lo que habría que evitar es que parte del flujo refrigerado vaya hacia el piso o hacia el parabrisas.
En la misma línea en verano los conductores siempre deberían orientar hacia arriba las salidas de aire: Porque:
- El aire frío es más denso que el aire caliente, por lo que tenderá a bajar y a situarse en la parte inferior del vehículo.
- Esto generará un efecto cortina de aire que permitirá aumentar el confort en el interior y reducir la temperatura de forma uniforme".
En verano, es mejor dirigir el aire acondicionado a las ventilaciones superiores, y no hacia los pies.
5. Para refrescar a los de atrás, despejar el piso
Muchas veces el conductor y su acompañante se sienten frescos, pero los que viajan en los asientos traseros se quejan de que tienen calor.La reacción común, entonces, es hacer que el aire funcione a mayor potencia.
Pero la solución podría ser mucho más sencilla (y barata).
Pero la solución podría ser mucho más sencilla (y barata).
A menudo basta con no poner objetos debajo de los asientos de adelante, porque podrían dificultar el paso del flujo de aire frío hacia la parte trasera del habitáculo.
6. Usar en temperatura justa, sin enfriar de más
En los autos con un termostato digital, recomiendan fijar la temperatura en no menos de 24°, e idealmente en 25° o 26°: eso alcanza, según los expertos, para que la mayoría de las personas se sientan bien, usando ropa suelta.Si el auto no tiene este control, la persona debería usar el equipo en la posición de mayor temperatura que le sea posible y confortable. Apuntando a la comodidad, no al frío.
Según el investigador, se comprobó en varios estudios que al aumentar la temperatura interna de 20° a 24°, el requisito de potencia del compresor baja un 22%. Y si el aire se programa en 26°C, el ahorro puede superar el 30%.
Modelos avanzados permiten programar la temperatura deseada para distintas zonas del habitáculo
7. En rutas y autopistas, encender el aire
Muchos creen que, al circular a altas velocidades, pueden ahorrar combustible si apagan el aire acondicionado, abren las ventanillas y refrescan el vehículo con la corriente. En realidad, eso resulta contraproducente.
Según los especialistas, al abrir las ventanas en la ruta o en una autopista, el ingreso de aire aumenta demasiado la resistencia al avance, el motor termina haciendo más esfuerzo para mover las ruedas, y consume más.
Según los especialistas, al abrir las ventanas en la ruta o en una autopista, el ingreso de aire aumenta demasiado la resistencia al avance, el motor termina haciendo más esfuerzo para mover las ruedas, y consume más.
"A partir de los 80 km/h, no conviene ir con las ventanillas bajas. Es mejor cerrarlas y encender moderadamente el aire acondicionado"
8. Desactivar el aire antes de llegar
Aproximadamente dos minutos antes de llegar a destino, apague el aire acondicionado y deje sólo funcionando la ventilación.Esto ayuda a reducir la humedad en el evaporador, disminuyendo la aparición de olores desagradables en el interior del vehículo.
La otra gran ventaja de hacer esto es que se ahorra energía, ya que el sistema continuará "soplando" aire frío durante varios segundos sin utilizar el compresor.
9. Los filtros de aire, siempre limpios
El filtro de polvo y polen reduce la penetración de partículas del aire exterior en el interior del vehículo, y necesita ser reemplazado regularmente para no perjudicar la eficiencia del aire acondicionado.Un síntoma típico de que el filtro ya no da más es:
- Que el aire empieza a salir con malos olores.
- Que el caudal se reduce, lo que provoca que el equipo deba trabajar más tiempo -y quemar más nafta- hasta lograr atemperar el habitáculo.
Este componente es recomendable sustituirlo por uno nuevo cada 15.000 o 30.000 kilómetros", donde además se recomienda hacer revisar anualmente el equipo y realizarle una recarga de gas cada 2 o 3 años, "lo que ayudará a que no falle y a evitar posibles averías del compresor y el radiador".
Aconsejan revisar periódicamente los filtros y cambiarlos cada 15.000 o 30.000 kilómetros
10. Revisar a menudo las tomas de aire
Otro problema frecuente que lleva al equipo a funcionar mal y consumir más energía es que las tomas de aire que están frente al parabrisas, del lado exterior, queden tapadas.Hojas, pequeñas ramas o frutos y otros materiales caídos sobre el vehículo pueden ser los causantes de que el aire no esté ingresando adecuadamente.
Para que el sistema no pierda eficacia por estas causas, basta con adoptar el hábito de revisar y despejar las tomas cada vez que nos acercamos al auto, y antes de encender el motor. Lleva pocos segundos y el beneficio es inmediato.
Lo importante es encontrar el nivel de temperatura y humedad adecuado para conducir cómodos sin disparar su consumo y ser más ecológicos.
Fuente Clarín, ABCmotor
♥ Te sirve este servicio? Podes apoyarnos un cafecito haciendo clic acá para que el servicio siga creciendo.
0 Comentarios