Si bien estamos acostumbrados a que estén en el vehículo, cada persona le da un uso distinto.
Este es el motivo real por el que la incluyeron
Están quienes la utilizan para colgar una percha con un traje; también quien se aferra a ella cuando acompaña a un piloto descuidado; y otros que se aprovechan de su presencia para cambiar la postura luego de un largo viaje.
Sin embargo, esa pieza, también llamada asa, no fue pensada para ninguno de esos usos.
Esa pieza está presente desde hace décadas en el lugar del acompañante, pero pocos conocen el motivo real por el que se las diseñó.
Seguramente viste alguna vez a una persona que viaja en el asiento del acompañante en el auto y que ponen una mano sobre la manija que está encima de la puerta, ante el riesgo de un accidente.
A pesar de que la mayoría de los usuarios utiliza esa extraña, pero siempre presente, pieza del interior del auto. Ninguna de estas razones fue la que imaginaron los ingenieros que diseñaron y ubicaron ese pequeño pedazo de plástico allí.
El motivo real, es la movilidad. ¿Cómo?
Este comportamiento guarda una relación más cercana con la verdadera finalidad que tenían estas manijas al ser creadas: dar más fuerza y balance a personas embarazadas, con discapacidades o alguna otra característica que dificulte su movimiento.
Utilizar esa manija para hacer la fuerza para levantar el cuerpo en una posición que a veces es incómoda puede ayudar a que el proceso de salida, sea más sencillo.
Estas manijas empezaron a aparecer en los vehículos de forma masiva cerca del año 2000, y fueron pensadas para hacer que entrar y salir del auto sea más fácil y cómodo.
Las "agarraderas" existen para que las personas puedan subir o bajar con comodidad del vehículo.
En autos o camionetas altas, uno puedo agarrarse de ellas para trepar con mayor facilidad.
En vehículos pequeños, el objetivo de esa pieza es la de ayudar a personas mayores, embarazadas o con movilidad reducida a levantar su cuerpo desde una posición incómoda para poder bajar del auto.
¿Por qué no están del lado del conductor?
Varios motivos, por un lado su función, dicen los especialistas, la cumple el volante, que hace de manija de agarre improvisada.
También su presencia podría llegar a molestar al que ingresa ya que esta butaca cuenta con todo el panel que ocupa mucho lugar.
Se busca evitar que los conductores tengan la tendencia de agarrar la manija mientras conducen, lo que haría que conduzcan con una sola mano, generando un problema de seguridad.
¿Y en los autos deportivos? En general no se los encuentra allí. Normalmente este tipo de autos tiene interiores lujosos y esas manijas simplemente arruinan la estética.
La creencia popular, llevar las manos a las agarraderas ante un eventual accidente no es lo recomendable: “En caso de un vuelco, los costados del automóvil pueden abollarse y los interiores del auto pueden aplastar los dedos de la persona o atraparlos. Además, los automóviles modernos tienen airbags laterales, que son lo suficientemente fuertes como para romper la mano de una persona si está cerca cuando se despliegan”.
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