10 errores que pueden valer una vida
Repetir errores sin que pase nada, hace que no percibamos el riesgo hasta que pasa.
El exceso de confianza y la rutina, provocan cambios en nuestra forma de conducir y muchos de estos se convierten en errores que si no se modifican pueden distorsionar la percepción de riesgo que tenemos sobre determinadas acciones al volante, siendo estas más peligrosas de lo que en realidad creemos.
¿Se nos han olvidado las normas o con el paso de los años vamos adquiriendo malos hábitos de manera inconsciente?
¿Recordamos todos los principios y reglas básicas que aprendimos para poder obtener la licencia de conducir?
¿Sería conveniente reciclar nuestros conocimientos periódicamente?
A continuación, vamos a analizar los vicios más frecuentes entre los conductores, así como el riesgo que suponen cada uno de ellos y la forma correcta de proceder en cada caso.
1. No guardar la distancia de seguridad
Respetar la distancia de seguridad es esencial para reducir el riesgo de alcance, ya que de lo contrario disminuye la distancia de frenado.
Para saber si mantenemos una distancia de seguridad adecuada, necesitaremos buscar un punto de referencia y contar “mil-ciento uno, mil-ciento dos”, desde el momento en el que el coche que llevamos delante pase por ese punto. Si hemos terminado de contar y nuestro vehículo todavía no ha alcanzado ese punto, la distancia es correcta. En caso contrario, tendremos que aumentar la distancia de seguridad ya que ésta no será suficiente.
2. No respetar los pasos de peatones
Si un conductor no es precavido al aproximarse a un paso de peatones, se puede producir un atropello debido a la confianza que los peatones sienten al caminar por un lugar donde tienen prioridad de paso.
Como conductores, debemos respetar la prioridad del peatón. No obstante, como peatones también tenemos que asegurarnos, antes de cruzar, de que el conductor que se aproxima nos ha visto y está reduciendo su velocidad para detenerse.
3. No señalizar nuestras maniobras
No utilizar las luces adecuadamente puede suponer un riesgo de colisión con otros conductores, que ignoran nuestras intenciones al volante.
Las maniobras deben señalizarse siempre con antelación suficiente. Además, es imprescindible recordar y respetar la siguiente regla de seguridad:
- Observar,
- Señalizar,
- Ejecutar.
4. Postura inadecuada al volante
Las malas posturas al volante, no solo suponen un riesgo para el conductor ya que, en muchos casos, también influyen en nuestro tiempo de reacción.
- Ajustar longitudinalmente el asiento, para lo que debes poder pisar el embrague a fondo de forma cómoda, manteniendo la pierna izquierda semiflexionada (aproximadamente un ángulo de 120 grados), y si el coche es automático tomando como referencia la pierna derecha y el pedal de freno.
- En cuanto a la altura del asiento, lo ideal es que los ojos queden a media altura del parabrisas.
- Inclinación del respaldo casi vertical, ya que una inclinación muy excesiva dificulta un movimiento rápido de los brazos para girar el volante y también favorece el efecto submarino, provocando que el cuerpo deslice por debajo del cinturón de seguridad en caso de accidente.
- El volante, se recomienda sujetarlo a la "diez y diez", aunque ciertos conductores tienden a una postura más próxima a la "nueve y cuarto". No obstante, en esa posición los brazos deben quedar semiflexionados, formando un ángulo aproximado de 90 grados, y que al girarlo no se presente ningún tipo de dificultad. Así pues, otra referencia a tener en cuenta para comprobar que asiento-respaldo-volante están en su sitio es que con la espalda totalmente pegada al respaldo, extiendas el brazo derecho, de forma que la muñeca quede sobre el aro del volante a las doce.
- El reposacabezas, de forma que la cabeza esté centrada en el mismo y a unos 4 o 5 cm de distancia, no debe ir sobre él, puesto que su misión principal es la de evitar el latigazo cervical, y no de confort. Asimismo, regula la altura del cinturón si tu coche ofrece ese reglaje.
- Los retrovisores: el retrovisor interior debe permite visualizar al completo (o lo máximo posible) la luna trasera, de forma que queden centrados, mientras que los exteriores deberán estar lo más abiertos posible, visualizando en ellos una pequeña porción de la aleta trasera del coche. Así pues, estarán correctamente regulados si cuando al adelantarte un coche, lo veas primero por el espejo interior y al desaparecer de éste, aparezca en el retrovisor exterior.
5. Distraerse mirando un accidente
La distracción de los conductores que se quedan mirando un accidente en la calzada puede producir retenciones y, por tanto, nuevas colisiones por alcance. Hay que mantener siempre la mirada en el sentido de la circulación y estar atento a los espejos retrovisores. Si las autoridades y los servicios sanitarios ya están haciendo su trabajo, lo peor que podemos hacer es entorpecerlo.
6. No mirar por los espejos retrovisores
Olvidarse de mirar por los espejos retrovisores o no hacerlo en el momento adecuado, puede provocar colisiones al realizar giros o cambios de carril. Es conveniente, cada vez que nos subimos a un vehículo, comprobar y ajustar la posición de los retrovisores.
También debemos mirarlos antes de realizar cualquier maniobra y controlar los puntos muertos.
7. Frenar bruscamente
Las frenadas bruscas son muy peligrosas ya que pueden producir alcances, el bloqueo de las ruedas e incluso una salida de la vía.
Se recomienda conducir manteniendo la atención, guardando las distancias de seguridad, anticiparse a cualquier peligro y advertir la detención con las balizas de nuestro vehículo.
8. Incorporarse bruscamente a la calzada
Las incorporaciones bruscas suponen un peligro de colisión para aquellos vehículos que ya circulan por la vía principal.
Para evitar esto, debemos evaluar la posición, trayectoria y velocidad de los vehículos que circulan por la vía preferente, para poder acelerar e intercalarnos entre ellos.
Además, cuando circulemos por la vía principal, en la medida de lo posible, tendremos que facilitar la incorporación.
9. Manipular el teléfono móvil, el GPS o la radio
Ya se ha hablado en numerosas ocasiones de lo peligroso que es manipular cualquiera de estos dispositivos durante la conducción, ya que se produce una distracción que desvía nuestra mirada de la calzada mientras recorremos los metros suficientes como para no ver una curva, un coche frenando por delante de nosotros, un semáforo poniéndose en rojo o a un peatón que está cruzando.
Debemos mantener siempre nuestra propia libertad de movimientos, el campo de visión necesario, una atención a la conducción permanente y una postura adecuada al volante.
10. No revisar periódicamente el estado de los neumáticos
Si un vehículo circula con los neumáticos desgastados, con una presión inadecuada, o con la goma deteriorada, la distancia de frenado aumenta.
Además, en caso de lluvia hay más riesgo de que se produzca aquaplaning e incluso podría producirse un reventón.
Para evitar esto, se aconseja revisar periódicamente el estado y la presión de los neumáticos.
Para evitar esto, se aconseja revisar periódicamente el estado y la presión de los neumáticos.
De esta forma, podremos detectar con antelación si existen malformaciones, la goma está en mal estado o se ha producido un desgaste irregular.
Fuente: Web Ro-des.com (https://www.ro-des.com/blog/20-errores-comunes-conductores/)
1 Comentarios
Uno de los errores más comunes es el uso del celular mientras se maneja y hay otro que no se menciona; cuando se llega a una esquina con semáforo cuando enciende la amarilla en lugar de frenar aceleran.
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